Voy al garage y lo busco. Mi bici violeta está colgada en la pared con las llantas desinfladas. Despúes de quitarle el polvo y adjustar el asiento salgo del garage y lo monto. Paso por unas piedras y llego a la carretera. Quiero manejar la bici en el pavimento liso pero los carros pasan muy rápido y no tengo ganas de morirme hoy. Ya sé a donde voy. Paso el lago y llego a la colina. Empiezo a subir y tengo que empujar los pedales con más fuerza. Miro las casas gigantes y sigo subiendo. Mis piernas empiezan a temblar y mis músclos empiezan a arder pero no voy a renunciar. Sigo pedaleando. Las gotas del sudor mojan mi frente. Me paro porque ya no aguanto sentada. Ya falta poco. Al llegar a la cima siento una gran satisfacción. Sin parar para descansar doy la vuelta y empiezo a bajar. Voy aumentando velocidad hasta que sé que hay que apretar los frenos pero no le hago caso a la voz en mi cabeza. El viento en mi cara es refrescante y agita mi pelo. Estoy volando.
Hola, me gustó como se desarrolla tu relato, muy diferente del que hice yo :D Tiene un buen final.
ResponderEliminarSaludos
Me gustó mucho la parte eso humor escondido que tiene y un poco irónico "no quiero morir hoy" y también concuerdo el final me gusta mucho.
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